Varias veces en Santiago acudimos a un camping, no recuerdo de que Iglesia ubicado en Hospital. Ibamos de retiro un par de días, 60 pastores y esposas, para planificar y compartir. ¿Donde estabas? En Hospital ¿que te pasó hombre?. No, en la localidad de Hospital. Bonito lugar, tengo gratos recuerdos de esos momentos.
Ahora me refiero al Hospital, el nosocomio de Arica, la calurosa.
Es día de visita, con que ansias se esperan: Está mi esposa y la hija quer viajó de Antofagasta para verme, la sala parece un colmenar, las mujeres limpiando y ordenando, vida, las abejas trabajando, en la cama de al lado Raul Mamani, tapado hasta las orejas, es de Bolivia, mas tarde pasan unas hermanas de una iglesia, oran por el y una de ellas le acaricia la cara y le habla con mucho amor. Raul llora silenciosamente, grandes lágrimas ruedan por su mejillas, es un llanto silencioso, que me penetra hasta los tuétanos, debe ser dializado y hay problemas, uno de ellos por no tener su nacionalidad al día. Un doctor le ha dicho que debe regularizar sus papeles sino deberá regresar a Bolivia. El mismo doc, dice: "El problema es que en Bolivia no dializan" Ten piedad Señor, no tanto de Raúl, sino de los "burrocrátas"
Son las 15:15, la visita termina a las 15:30, de repente aparece Carlitos, hay tres con el mismo nombre toca el hombro de Mirian, la enfermera y salen corriendo, estamos en la primera pieza de hombres, despues de las mujeres, y pasan doctores, enfermeras y muchos mas, al fondo, todos corren, un carrito, nos miramos y se produce el silencio, el colmenar ha enmudecido. Si hubiera pasto aquí creo que se oiría crecer.
Pasan unos minutos, no se cuantos de repente un grito, dos mujeres que lloran desconsoladamente, su familiar ha sufrido un paro. Regresan doctores, algunos con radiografias, todos pasan en silencio, habian mas de 30 personas, luego sacan a las dos mujeres que gritan y no se conforman de haber visto partir a su pariente tan repentinamente. Termina la visita. Carlitos pregunta: ¿lo saco? si, luego pasa la camilla con el cuerpo cubierto. 1600 horas, llegan con las once, un te y pan integral para los diabéticos, nadie habla, pido la bendición por el pan, in mente. El té no pasa. Luego Miriam, empieza el control, pulso, presión, medicamentos etc. Llega la comida, noche y tras la pasada del muerto nadie dice nada, nadie dice nada.
Ahora me refiero al Hospital, el nosocomio de Arica, la calurosa.
Es día de visita, con que ansias se esperan: Está mi esposa y la hija quer viajó de Antofagasta para verme, la sala parece un colmenar, las mujeres limpiando y ordenando, vida, las abejas trabajando, en la cama de al lado Raul Mamani, tapado hasta las orejas, es de Bolivia, mas tarde pasan unas hermanas de una iglesia, oran por el y una de ellas le acaricia la cara y le habla con mucho amor. Raul llora silenciosamente, grandes lágrimas ruedan por su mejillas, es un llanto silencioso, que me penetra hasta los tuétanos, debe ser dializado y hay problemas, uno de ellos por no tener su nacionalidad al día. Un doctor le ha dicho que debe regularizar sus papeles sino deberá regresar a Bolivia. El mismo doc, dice: "El problema es que en Bolivia no dializan" Ten piedad Señor, no tanto de Raúl, sino de los "burrocrátas"
Son las 15:15, la visita termina a las 15:30, de repente aparece Carlitos, hay tres con el mismo nombre toca el hombro de Mirian, la enfermera y salen corriendo, estamos en la primera pieza de hombres, despues de las mujeres, y pasan doctores, enfermeras y muchos mas, al fondo, todos corren, un carrito, nos miramos y se produce el silencio, el colmenar ha enmudecido. Si hubiera pasto aquí creo que se oiría crecer.
Pasan unos minutos, no se cuantos de repente un grito, dos mujeres que lloran desconsoladamente, su familiar ha sufrido un paro. Regresan doctores, algunos con radiografias, todos pasan en silencio, habian mas de 30 personas, luego sacan a las dos mujeres que gritan y no se conforman de haber visto partir a su pariente tan repentinamente. Termina la visita. Carlitos pregunta: ¿lo saco? si, luego pasa la camilla con el cuerpo cubierto. 1600 horas, llegan con las once, un te y pan integral para los diabéticos, nadie habla, pido la bendición por el pan, in mente. El té no pasa. Luego Miriam, empieza el control, pulso, presión, medicamentos etc. Llega la comida, noche y tras la pasada del muerto nadie dice nada, nadie dice nada.
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