2 Corintios 1
Salutación
2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Aflicciones de Pablo
4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
5 Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.
6 Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos.
7 Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación.
Todos hemos experimentado una pérdida emocional. >P> Me ha servido para brindar ayuda y sanar a otros.
La Universidad de la vida nos prepara y capacita para que esto ocurra.
A veces se desata una cadena de circunstancias que nos muestra de una manera muy vívida lo que está pasando o suele ocurrir a nuestros semejantes.
La Misericordia y gracia divina, es usada para nuestro consuelo, y a través de las marcas de Cristo surge la sanidad y nuestras heridas son sanadas, para alcanzar a los otros.
El consuelo de Dios, construye puentes, para los que están sufriendo. Isaías 53:5
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Isaías 53:4-6 (en Contexto)
Si estás pasando por el valle de dolor, de sombras, deja tu carga a los pies del Señor. Su sanidad espiritual nos alcanza para brindar consuelo a los demás.
Su paz llega a a través del quebranto, entrega y obediencia.
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