 |  | Raúl Fain Binda Columnista, BBC Mundo |
Estamos al borde de un descubrimiento importante: saber si el dopaje tiene madre o tiene padre.
La distinción es importante, como aclararemos más adelante.
Es que la segunda muestra de Floyd Landis también dio positivo por testosterona.
Ya sabíamos que Justin Gatlin igualó el récord mundial de los 100 metros llanos después de dar positivo por la misma hormona.
Y el Comité Olímpico de Estados Unidos acaba de prohibir al entrenador Trevor Graham (el de Gatlin, Tim Montgomery y otros implicados en casos de dopaje) el acceso a todas sus instalaciones y centros de entrenamiento.
El caso de Landis
Hoy mismo, al conocerse el resultado del contraanálisis sobre la muestra B de Landis, el director del Tour de Francia, Christian Prudhomme, dijo que "para nosotros, él ya no es el vencedor del Tour".
Para nosotros, él ya no es el vencedor del Tour 
El equipo de Landis, el Phonak, anunció de inmediato su despido por "violar el código ético del equipo"; agregó que Phonak no participará en las acciones legales de Landis para defenderse.
Los resultados del contraanálisis han sido comunicados a la Unión Ciclista Internacional, la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) y la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA).
Landis apelará y pasarán varios meses antes de que se tome una decisión definitiva.
Trampa y esperanza
Los tres casos, el de Landis, el de Gatlin y el de Graham, corren por los mismos andariveles, si se nos perdona el símil deportivo.
Simbolizan, al mismo tiempo, el chancro de la corrupción y la esperanza de que, por fin, los tramposos se hayan topado con la pared.
Los últimos acontecimientos prueban los alcances del problema, porque no se trata de gente del pelotón, sino de los líderes, los campeones, los mejores
Estas dos interpretaciones compiten entre sí, como dos atletas en la recta final de una carrera de largo aliento.
Dick Pound, el formidable director de la WADA, que ha inspirado en los últimos años la lucha contra el dopaje, dijo a BBC Deportes que "los últimos acontecimientos prueban los alcances del problema, porque no se trata de gente del pelotón, sino de los líderes, los campeones, los mejores".
Pero el doctor Juan Manuel Alonso, director del comité médico antidopaje de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), dijo a Héctor Riazuelo, de BBC Deportes, que el caso Gatlin y el caso Graham también son una manifestación de la seriedad y eficacia de la lucha contra el dopaje.
"Demuestra que se está haciendo algo, y algo que es eficaz y que tendrá efectos disuasivos", dijo.
Medio lleno o medio vacío
Es una variante de la tradicional distinción entre optimistas y pesimistas: el primero es una persona que ve un vaso a medio llenar y el segundo ve un vaso a medio vaciar.
Otros, los cínicos, aseguran que el optimista es una persona mal informada.
¿Está mal informado el doctor Juan Manuel Alonso?
Hace un año, en el artículo "El dopaje como factor positivo", nos inclinamos por el punto de vista de Pound. Ahora no estamos tan seguros.
Y esto nos lleva a los orígenes del dopaje: ¿tiene madre o tiene padre?
Creación y responsabilidad
Este asunto del sexo del creador es muy antiguo, como las interpretaciones de la creación del mundo.
Los mitos más primitivos atribuían el origen del mundo a un acto de procreación: habría sido, entonces, engendrado y parido por una tremebunda matriarca.
A nuestro entender, el dopaje tiene madre si su principal responsabilidad es individual, si es una desviación moral de un individuo. Tiene padre, en cambio, si la corrupción forma parte de una maquinaria, de un sistema integrado por entrenadores, médicos, dirigentes, empresarios, agentes
El mito más hermoso, de origen griego, decía que la creadora fue la Noche, que puso un huevo plateado, del que salió el Amor, que a su vez animó las cosas.
Los mitos evolucionaron para reflejar la creciente importancia social del macho guerrero, y entonces se habló del creador como figura masculina.
Este creador no procrea, como una mujer, sino que fabrica, como un hombre.
Y aquí estamos.
A nuestro entender, el dopaje tiene madre si su principal responsabilidad es individual, si es una desviación moral de un individuo. Tiene padre, en cambio, si la corrupción forma parte de una maquinaria, de un sistema integrado por entrenadores, médicos, dirigentes, empresarios, agentes.
Problemas y soluciones
La distinción es importante porque plantea diferentes formas de resolver el problema.
Sobre la creación del mundo, nada queda por hacer. Ya no importa si fue mujer u hombre el hacedor que nos dio la Tierra que estamos destruyendo.
Pero sobre los orígenes de la corrupción, la distinción importa y mucho.
Ya comienzan a surgir formas novedosas de combatir el problema.
En el plano institucional, Pound y Alonso, el pesimista y el optimista, coinciden en que es necesaria la participación de las autoridades de cada país, de la policía, de los organismos que reprimen el delito.
En muchos países el dopaje no es delito: debería serlo.
¿Por qué, si la acción de defraudar o estafar a un individuo está criminalizada, no lo está también cuando las víctimas son innumerables?
Más discutible es la provocación, ya que sus consecuencias son imprevisibles.
El jueves pasado, durante la largada de la Vuelta a Alemania, los periodistas del Canal Spiegel TV preguntaban rutinariamente a los ciclistas: "¿Ya se dopó hoy?"
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