Los científicos lograron que los animales, que sufrían un trastorno similar a Alzheimer, recuperaran la memoria de tareas que se les habían enseñado previamente.
Los investigadores del Instituto Médico Howard Hughes, del Instituto de Tecnología de Massachussets, descubrieron que tanto la estimulación cerebral como los fármacos funcionaban para ese propósito.
El estudio, publicado en la revista Nature sugiere que ambos mecanismos son formas prometedoras de tratar la pérdida de memoria y el déficit de aprendizaje, provocados por enfermedades cerebrales degenerativas.
Los investigadores también afirman que el término "pérdida de memoria" no es una descripción acertada del tipo de déficit mental asociado a estas enfermedades.
Otros expertos advierten sin embargo, que los resultados son muy preliminares, como dijo a BBC Ciencia el doctor Luis Ignacio Brusco, director del Centro de Alzheimer de la Universidad de Buenos Aires.
"No se puede reproducir la enfermedad de Alzheimer -tal como afecta a los humanos- en animales", afirma el experto.
"De cualquier forma es un estudio muy interesante porque demuestra que la estimulación cognitiva mejora la función neuronal y también demuestra que es posible la reproducción neuronal", señala el especialista.
Estímulos
Los investigadores utilizaron ratones genéticamente modificados en los que se "activó" una proteína relacionada a las enfermedades neurodegenerativas.
Previamente se había entrenado a los animales a evitar una descarga eléctrica y a encontrar el camino que los condujera al alimento en un laberinto.
Después de seis semanas de padecer la enfermedad degenerativa, los ratones ya no fueron capaces de recordar cómo realizar esas tareas.
Algunos de los animales fueron colocados en un ambiente en el que se les estimuló con juguetes, ruedas para ejercicio y otros ratones.
Estos "pacientes" fueron capaces de recordar la prueba de la descarga eléctrica mucho mejor que los ratones en otras jaulas sin estímulos.
También lograron aprender nuevas tareas.
Posteriormente los científicos probaron en los ratones una clase de medicamentos llamados inhibidores de histona deacetilasas o HDAC.
Descubrieron que los fármacos lograban mejorar la memoria y el aprendizaje de forma similar a las mejoras logradas en el ambiente de estimulación mental.
Prometedor
Según los investigadores los resultados podrían ser particularmente importantes para los pacientes que sufren enfermedad neurodegenerativa avanzada.
La mayoría de los tratamientos actuales, explican, parecen estar concebidos para tratar las primeras etapas de la enfermedad.
Sin embargo, el estudio demostró que aún con ratones que mostraban pérdida importante de neuronas, es posible mejorar el aprendizaje y la memoria.
Según los investigadores, el hecho de que los animales lograran recuperar la memoria a largo plazo, como la prueba de la descarga eléctrica, es un descubrimiento "extraordinario".
Esto sugiere, afirman los científicos, que en trastornos como Alzheimer la memoria no se borra, sino se vuelve inaccesible debido a la enfermedad, y por lo tanto puede ser recuperada.
El doctor Brusco afirma sin embargo, que todavía faltan muchas investigaciones para saber si estos resultados pueden aplicarse al ser humano.
"Lo que se generó con el modelo animal de este estudio fue sólo parte de la patología de la enfermedad", afirma el experto.
"Fundamentalmente porque el Alzheimer afecta en áreas de asociación en el cerebro que no existen en el animal".
"Pero el estudio es un primer paso importante para entender la reserva cognitiva en pacientes con Alzheimer y la forma como el medio ambiente puede producir modificaciones neuronales".
"Además el uso de este fármaco abre la posibilidad de desarrollar una nueva generación de medicamentos para tratar la enfermedad".
Los investigadores planean ahora estudiar los mecanismos por los cuales un ambiente estimulante conduce a la mejora del aprendizaje y la memoria.
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