El niño entre los 6 y los 9 años tiende a variar frecuentemente de actividad. Mejora notablemente el control de sus movimientos alcanzando gran habilidad y equilibrio en actividades como salto, carrera, andar en bicicleta u otras que le permiten participar en deportes de equipo. Al menos así lo describe nuestra acompañante de este camino, Marisol Díaz, sicopedagoga y educadora de párvulos.
Entre los cambios físicos más fácilmente observables está el alargamiento de las extremidades y el cambio de dientes. En comparación con la edad preescolar, los niños tienen menos episodios de fiebre y enfermedad, gracias a un mayor desarrollo de su sistema inmunológico, lo que favorece su asistencia regular a la escuela. * Con frecuencia las tareas requerirán recortes de láminas, letras o palabras; guarde los suplementos comerciales de diarios o revistas, le serán de utilidad. * Habitúe a su hijo a usar su libreta de tareas, anotando en el colegio y revisando en la casa y ayúdelo a organizar su trabajo diario. *Si su hijo manifiesta interés por determinadas actividades como ajedrez, atletismo, pintura, música u otros, dele -si puede- la posibilidad de participar en ellos. *Ayude a su hijo con la lectura de los primeros libros; propóngale leerle en voz alta usted una página y otra él y así sucesivamente. * La autoestima de su hijo se construye en parte importante a partir de lo que los demás piensan de él. Si usted le trasmite un sentimiento de confianza en sus capacidades, él se sentirá capaz. * Si su hijo tiene problemas para seguir el ritmo de su curso, y el profesor(a) le pide una evaluación profesional, solicítele un informe escrito y siga sus recomendaciones.
DESARROLLO INTELECTUAL
SUGERENCIAS PRÁCTICAS
*Facilite el establecimiento de amistades entre su hijo y sus compañeros permitiendo que invite y sea invitado.
* En esta etapa, el profesor constituye una figura muy influyente para los niños y es habitual que argumenten "el profesor lo dijo" o "el profesor me lo enseñó así", con lo que descartan otras posiciones, lo que refuerza la importancia de un trabajo en conjunto entre padres y maestros.
Durante este período el pensamiento del niño avanza en tres aspectos muy importantes:
- En dirección a la descentración o capacidad de ponerse intelectualmente en la perspectiva de otro.
- De la conservación o capacidad de comprender que una cantidad permanece invariable sin importar sus cambios físicos, en tanto no se le agregue o reste algo.
- En vías de la reversibilidad o capacidad de revertir un proceso mental para volver al punto de partida.
El lenguaje verbal continúa progresando, lo que se aprecia entre otros aspectos en el enriquecimiento del vocabulario, el que depende en gran medida del ambiente educativo escolar y familiar.
En este período el niño inicia y logra la adquisición de las habilidades de lectura y escritura, las que se ven favorecidas por un buen dominio previo del lenguaje oral. La lectura se constituye en una herramienta fundamental para los aprendizajes escolares y extraescolares, como también para la recreación. Algunos niños, especialmente varones, presentan ciertas dificultades frente al aprendizaje de la lectura que pueden deberse a diversos motivos, el más conocido, la dislexia.
La exigencia escolar de permanecer sentados por períodos de tiempo relativamente prolongados, les resulta con frecuencia difícil de cumplir especialmente a los niños más inquietos, lo que suele ser fuente de reprimendas.
Como contrapartida a esto, ya es capaz de mantener cierta constancia y concentración en la realización de las tareas que así lo exigen, lo que unido a un fuerte deseo de saber y aprender, al desarrollo de la memoria y de estrategias de memorización, y de una actitud de trabajo claramente diferenciada de la de juego, lo capacita para enfrentar la experiencia escolar que se inicia en esta etapa.
DESARROLLO SOCIO-EMOCIONAL
En esta etapa del desarrollo, si bien las amistades aun son inestables, los niños experimentan fuertemente la necesidad de camaradería o pertenencia a un grupo de pares y son muy sensibles a la comparación social. Esto se manifiesta en su esfuerzo por seguir los patrones del grupo y en su preferencia por los juegos grupales reglados, aunque mantiene su capacidad de jugar sólo. Ya desde los 7 años comienzan a surgir líderes.
Si el ambiente ha sido adecuado, los niños experimentan un sentimiento positivo acerca de sus propias capacidades, aunque a diferencia de la etapa preescolar, su autoestima es ahora más realista y se basa en una apreciación más objetiva de su capacidad. La tendencia propia de esta edad a compararse con sus pares contribuye a esta objetivación de la imagen de sí mismo, pero arriesga el desarrollo de una imagen de si mismo negativa. No es recomendable, por tanto, que el medio estimule aún más la comparación a través de las actividades competitivas.
Ya a esta edad se pueden apreciar intereses que marcan diferencias individuales, y que pueden ser apoyados por la familia dando lugar al desarrollo de capacidades que contribuirán al desarrollo de un autoconcepto positivo. Muchos de estos intereses (deportivos, artísticos u otros) surgen de las experiencias que la escuela y/o familia proveen a los niños.
ALGUNAS SEÑALES DE ALERTA
El ingreso al colegio enfrenta al niño a un ambiente nuevo, caracterizado por nuevas exigencias que requieren de sus capacidades físicas, sociales, emocionales y cognitivas, lo que puede generarle cierta ansiedad e inseguridad como parte normal del proceso de adaptación, lo que habitualmente se supera con el apoyo de padres y maestros.
Si durante la experiencia escolar el niño se muestra angustiado, presenta dolores de estómago, vómitos u otras conductas asociadas a la asistencia al colegio, será conveniente solicitar una entrevista al profesor(a) para revisar juntos la situación, buscar su origen y alternativas de solución.
Algunos niños muy capaces intelectualmente, presentan dificultades de aprendizaje que requieren de apoyo especializado. Se espera que el niño adquiera la lectura y escritura durante el primer año de escolaridad, aunque con errores y baja velocidad. Si el niño presenta dificultades persistentes frente al aprendizaje de la lectura, o si errores del tipo confusión de letras o números (ej. b x d; p x b), inversiones (ej. sol x los) u otros se mantienen durante la segunda mitad del segundo año, esto puede ser índice de trastornos del aprendizaje. Para confirmar o eliminar tal posibilidad, en primer lugar descarte la presencia de déficit sensoriales a nivel de vista y oído, contáctese con el profesor(a) para obtener más información, y de ser necesario, solicite un diagnóstico psicopedagógico, psicológico o neurológico. Recuerde que la dislexia se puede diagnosticar sólo a partir del 2º año de la enseñanza básica.
Si un niño presenta dificultades de aprendizaje, posiblemente requerirá de apoyo especializado y del apoyo afectivo de sus padres. Ello le ayudará a lograr mejor rendimiento y evitará la disminución de su autoestima. Esto es de gran importancia, ya que los niños caen fácilmente en un círculo en que las malas notas los hacen sentirse incapaces, y el sentimiento de incapacidad les dificulta obtener buenos resultados. Por el contrario, cuando el esfuerzo realizado lleva al niño a obtener un buen resultado que rompe una historia de bajo rendimiento académico, las probabilidades de que obtenga otra buena nota, aumentan.
Algunos niños presentan un rendimiento aceptable, buena conducta y sin embargo la experiencia escolar no parece serles grata. Estos niños no parecen pasarlo bien, carecen de amigos, en los ratos de libres observan a los demás pero no interactúan con ellos, ya sea porque no inician acercamientos o porque son rechazados por los otros. Estas conductas indican dificultades en el área de las habilidades sociales, importante aspecto del desarrollo relacionado con la capacidad de adaptación actual y futura del individuo, y fuente posible de alteraciones de la autoestima, la socialización y el rendimiento. Contáctese con el profesor(a), analice la situación con él y en conjunto diseñe estrategias para ayudar al niño en este aspecto. Si esto no fuera suficiente, solicite apoyo psicológico
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