Los que recordaron sus pecados se lavaron las manos a "una tasa mayor dos veces que la de los que no pensaron en transgresiones pasadas".
En el Antiguo Testamento, una de las maneras que debían usar los israelitas para limpiarse y mantener la pureza delante de Dios y la comunidad era confesando sus pecados.
Números 5:6-7 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
6 Di a los hijos de Israel: El hombre o la mujer que cometiere alguno de todos los pecados con que los hombres prevarican contra Jehová y delinquen,
7 aquella persona confesará el pecado que cometió, y compensará enteramente el daño, y añadirá sobre ello la quinta parte, y lo dará a aquel contra quien pecó.
Cuando las personas se confesaban a Dios, no le estaban diciendo nada nuevo ni algo que EL no supiera YA.
Su confesión era una demostración de un cambio de corazón.
Negarse a confesar los pecados permitía que este se enraizara mas dentro de sus vidas y comunidad.
Admitirlo, y confesarlo a EL, abre la puerta para que podamos tener:
- PERDÓN
- GOZO
- PAZ:
1 Juan 1:9 (Reina-Valera 1960)
9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
CONFESIÓN ES PONERSE A CUENTA CON DIOS, Y SER JUSTIFICADOS.
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