Mateo 27:37-44 (Reina-Valera 1960)
37 Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS.
38 Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda.
39 Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza,(A)
40 y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas,(B) sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.
41 De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían:
42 A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.
43 Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere;(C) porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.
44 Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él.
Referencia cruzada:
Tres hombres colgados.La crucificción no era algo fuera de lo común en estos lugares. Han pasado mas de 2.000 años y está en todos nosotros.
La crucificción era una tortura espantosa, se usaban tiras de piel o clavos para colgar al condenado de un madero. Como un animal que huye del cazador y queda enrdedado en alambres de púas, cada esfuerzo para respirar era una agonía.
El primer ejecutado ese día un ladrón, que según la ley de ese entonces, estaba recibiendo lo que merecía. Era un hombre que despreciaba a Jesús, como muchos otros. Murió en su ley y su pecado.
El otro ladrón, al principio se unió con los que ridiculizaban a Jesús, quizás queriendo escapar del suplicio. v. 43-44.
Al tener que enfrentarse con su salida de este mundo, experimentó un cambio. El gran historiador, el médico amado, lo expresa. Lucas 23: 39-43
39 Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.
40 Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación?
41 Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo.
42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
ARREPENTIMIENTO.A través del arrepentimiento llegan el perdón de pecados y la vida eterna. Fácil, sencillo de hacer. La FE va a determinar nuestro lugar eterno. No tuvo tiempo de limpiar su vida, solo creyó. JESÚS LE DIJO: HOY ESTARÁS EN EL PARAÍSO. El Juez de todos los tiempos le quitó la culpa, y EL la cargó sobre sus hombros.
Jesús MURIÓ con el pecado de este hombre, y de todos nosotros. Tres días mas tarde se levanta. GLORIA A ÉL.
Su cuerpo herido, magullado, maltrecho, recibió El juicio de Dios EN LUGAR DE NOSOTROS.
En cierta manera "yo estuve ahí" porque Dios cargó mis pecados. Porque he podido responder como el ladrón.
Nada cuenta, nada importa, la diferencia la hace la FE.
FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN.
Jesús en respuesta a esta fe sencilla y a la vez grandiosa, le dice:
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