Vestidas a la usanza celta, y bajo una tenue lluevia, más de 28 mil personas repletaron el monumento.
21/06/2008 - 09:28
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Miles de personas profirieron vítores y aporrearon tambores el sábado para recibir en el monumento de Stonehenge el día más largo del año boreal, el solsticio de verano.
El sonido de los cuernos anunció la salida del sol sobre el círculo de enormes rocas a las 4:58 de la madrugada local, aunque el Astro Rey apenas fue visible debido a las nubes que cubrían el cielo.
No obstante, la neblina y la tenue lluvia que caía no empañaron los buenos ánimos de los asistentes, protegidos bajo sus paraguas, ponchos y bolsas de plástico para recibir la aurora.
"He hecho esto en los últimos tres años", comentó Peter Rawcliffe, de 26 años, que pedaleó 80 kilómetros 50 millas desde su casa en Oxford. "Creo que soy un druida recoleto. Realmente es una experiencia mágica", agregó.
La policía estimó que 28.000 personas acudieron al monumento, una de las concentraciones más numerosas en años. Agregó que se practicaron 15 detenciones por hurto y otras faltas menores.
Los festejos del solsticio eran destacados en el calendario precristiano y en muchos países todavía se conserva la costumbre de encender grandes hogueras, bailes y otros ritos como restos del pasado pagano europeo.
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