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28 julio 2008

Estatura promedio de los chilenos aumentó siete centímetros en el último siglo

Estudio de la Universidad de Chile analiza la influencia de las políticas sociales en la estatura de la población, comprobando las diferencias entre los grupos socioeconómicos: mientras las clases alta y media crecieron 1 y 1,3 cm por década, la baja sólo se elevó 0,6 cm por década.

M. Olivares /S.Urbina


Mejor que el producto interno bruto o el ingreso per cápita. La manera más fiel de dimensionar el grado de bienestar que alcanza una sociedad es dejar de lado los patrones económicos y mirar la estatura de sus habitantes. Y en eso, Chile parece haber avanzado, aunque en forma moderada si se compara con los países desarrollados. Después de analizar los registros históricos, un estudio realizado por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile concluyó que durante los últimos cien años los chilenos han crecido, en promedio, siete centímetros.

Esto, a un ritmo de 0,6 centímetros por década, distante aún de los 2 o 3 centímetros que se elevó el habitante promedio de países desarrollados.

Claro que este crecimiento no ha sido parejo. La tesis de la economista Graciela Pérez -en conjunto con el académico Javier Núñez- consistió en analizar la influencia de las políticas sociales en el bienestar y, por tanto, en la estatura de los chilenos.

Está ampliamente comprobado por la literatura médica que el porte que llegue a alcanzar el ser humano dependerá de la calidad de su entorno. Porque la genética se torna determinante sobre los patrones de crecimiento de una población -explica la autora- sólo cuando las condiciones ambientales y la nutrición son las óptimas. En cambio, cuando la calidad del entorno es deficitaria, los pueblos no serán capaces de alcanzar el máximo que le entrega su potencial genético.

Un hecho que queda ampliamente demostrado en este trabajo: mientras los grupos socioeconómicos medio y alto crecieron un promedio de 13 y 10 centímetros, respectivamente, en el último siglo, el bajo elevó su estatura promedio en seis centímetros.

SE ELEVA LA CLASE MEDIA
A inicios del siglo XX, el 25% de la población urbana vivía hacinada (con más de cuatro personas por habitación) y se registraban graves problemas sanitarios por la falta de alcantarillado y agua potable. La tasa de mortalidad supera los 30 habitantes por cada mil, mueren 304 niños por cada mil nacidos y el analfabetismo llega al 50%. Era la época en que la estatura promedio de las mujeres llegaba a 145 cms. y la de los hombres a 160 cm.

Si bien a partir de 1924 el Estado chileno promulga importantes leyes de carácter asistencial y el gasto social se duplica, fue sólo hasta el surgimiento de los gobiernos radicales cuando la clase media introduce sus demandas en la agenda del Ejecutivo, consiguiendo nuevos beneficios en salud, vivienda e ingresos, a través de políticas sociales y laborales.

Un hito importante en este sentido lo marcó la creación en 1952 del Servicio Nacional de Salud y del Servicio de Seguro Social. Se establecen nuevos beneficios, como la asignación familiar, subsidio de cesantía y de maternidad; paralelamente, se crea un régimen de pensiones por antigüedad e invalidez para los empleados particulares. En educación, las matrículas se expanden, sobre todo hacia el nivel medio.

"Esta situación de mejora sustantiva de las condiciones ambientales se refleja más tarde en el aumento de estatura que se registra entre 1965 y 1975", dice Pérez. Porque en términos de centímetros, según explica, cada medida de progreso social rinde frutos sólo 20 años después.
En efecto, según los datos recogidos por el estudio, fue la clase media la que más creció en el siglo: un promedio de 13 centímetros y a un ritmo de 1,3 cm por década.

EL ASCENSO DE LOS BAJOS
Con el grupo socioeconómico bajo de la población en Chile, el aumento en la estatura promedio recién comenzó a hacerse patente en las generaciones nacidas después de 1975 y producto de los cambios sociales que se experimentaron dos décadas antes, "cuando las políticas comenzaron a mejorar su focalización hacia los segmentos más pobres", señala Pérez. En el último cuarto del siglo XX, las personas pertenecientes a este grupo crecen a tasas de 2,3%, lo que representa un avance significativo y que coloca a este segmento en un ritmo de crecimiento en su estatura similar al de los países desarrollados. Comparable, incluso, al logrado por los japoneses después de la Segunda Guerra Mundial, cuando doblaron su crecimiento promedio por década.

PERDER LO GANADO
"Si antes de los años 70 una joven chilena que ya terminó de crecer alcanzaba en promedio 154 centímetros, a fines de los 90 medía 1,57. En el caso de los hombres, en el mismo período pasaron de medir 164 cm a medir en promedio 1,70", comenta la doctora Raquel Burrows, especialista en nutrición y crecimiento del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile.

Burrows, sin embargo, advierte que Chile ha llegado a un punto en que se puede perder lo ganado. "Hoy los niños y jóvenes son más altos y casi no existe retraso en la talla. Pero nos preocupa el escaso desarrollo muscular y una serie de enfermedades asociadas que se están presentando tempranamente, como la obesidad y la hipertensión", dice. Lo cual podría atentar contra el avance.

El caso de EE.UU. es decidor al respecto. Hasta la Segunda Guerra Mundial, su población fue la más alta del planeta, con 6,35 cm por sobre el promedio europeo. Pero, en la década de los 50, súbitamente se estancaron y hoy, por ejemplo, los holandeses miden en promedio 7,5 cm más que los estadounidenses.

"Ahora se reconoce que la dieta y el sistema de salud están incidiendo en que más personas estén midiendo menos. Los estadounidenses están alimentándose cada vez más de comida chatarra y millones no pueden pagar tratamientos médicos", dice Burkhard Bilger, analista científico del New Yorker.

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