Hay varios factores por lo que cuesta rechazar las drogas, pero nunca olvides que tú decides.
Baja autoestima, inseguridad, timidez, impulsividad, poca tolerancia a la frustración, falta de información, dificultad para comunicarse y para resolver los problemas de la vida diaria, ser vulnerables, dejarse llevar por los otros o presentar factores genéticos que predisponen a las conductas adictivas, hacen que la droga esté más cerca de lo que creemos.
Es cierto que durante nuestra adolescencia rechazamos la protección de nuestros papás, porque queremos lograr autonomía. Pero eso, muchas veces nos genera cierta inestabilidad o confusión tratar de tomar decisiones frente a conductas de riesgo. ¿Meterse o no al mundo de las drogas?
Es más difícil si nuestros papás nunca nos pusieron ciertos límites o de frentón, no tenemos mucha comunicación con ellos. “Si mis papás no me “pescan” ¿qué importa que ande drogado por ahí? Demás que ellos consumen o lo hicieron alguna vez… Y si no, da lo mismo, porque si ellos no me expresan cariño, a penas me hablan o se preocupan de cosas que a mí no me parecen importantes, mejor me voy a pasar el tiempo con mis amigos…”
Cerca de algunos colegios es fácil conseguir drogas. De hecho, hay poco control y nadie le parece tan raro estar consumiendo en la plaza. Es mucho más fácil de lo que se cree. Tengo hartos amigos que consumen y me complica decir que no cuando me ofrecen algo. Sobre todo, porque cada día son más chicos los que lo hacen y me siento medio “mamón” si digo que No a una oferta así.
Sigue la SERIE ¿QUÉ ME PASA? |
Conocer las consecuencias que puede dejar el consumo de drogas legales o ilegales, es protector. Si yo sé las consecuencias que tiene quizás no me deje presionar. A lo mejor, en la próxima oportunidad estaré más convencido, seguro y tranquilo de decir NO a las drogas.
(Agradecemos a la sicóloga Lorena Bravo)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario