Las pipas de agua son cada vez más populares entre los estudiantes universitarios y un estudio pequeño sugiere que a menudo ellos lo considerarían una actividad social en lugar de una amenaza para la salud.
Mediante entrevistas realizadas a estudiantes ingleses y canadienses, un equipo de investigadores halló que la mayoría veía a las pipas de agua como una alternativa económica y más exótica que una noche habitual en el bar.
Sin embargo, le prestaban poca atención a los riesgos potenciales para la salud, escribieron en BMC Public Health los doctores Paul Aveyard y Jeremy Roskin, de la University of Birmingham, en el Reino Unido.
Las pipas de agua, o hookah, se usaron hace muchos años para fumar tabaco en Oriente Medio, el norte de Africa y algunas partes de Asia y cada vez hay más "clubes de hookah" en Estados Unidos y otros países occidentales.
Las pipas constan de un tubo largo conectado a un envase de vidrio o plástico con agua en la base. El tabaco, que está aromatizado con una sustancia frutal azucarada, se quema con carbón.
Dado que el humo pasa por el agua antes de que el fumador lo inhale, las pipas de agua suelen considerarse como una forma de filtrar las sustancias dañinas del humo de tabaco.
Sin embargo, ese humo contiene las mismas toxinas que el de cigarrillo. Estudios previos demostraron que fumar hookah puede elevar el ritmo cardíaco y la presión, como así también alterar la función pulmonar en el corto plazo.
Pero los nuevos resultados, obtenidos mediante la realización de entrevistas a 12 jóvenes clientes de los cafés de hookah, sugieren que los usuarios de pipas de agua suelen asumir que la adicción es segura.
Aveyard y Roskin hallaron que la mayoría basaba sus opiniones en observaciones "triviales", como la suavidad del humo y el sabor frutal.
"Ante la falta de información pública sobre salud, los estudiantes confían en experiencias superficiales para formar sus opiniones de que fumar pipa de agua es menos dañino que otras formas de tabaquismo y actualmente es mucho más aceptada en la sociedad estudiantil que otras formas de consumo de tabaco", escribió el equipo.
Se desconoce, dijo Aveyard, si los estudiantes tienden a mantener la adicción a la pipa de agua o si suele ser una etapa pasajera; tampoco se sabe demasiado sobre los efectos a largo plazo de su consumo.
Existe "evidencia débil" de que aumenta el riesgo de desarrollar ciertos cánceres y enfermedad cardíaca, pero el autor agregó que esos estudios se habían realizado en países donde los consumidores a largo plazo de pipas de agua son generalmente fumadores de cigarrillo.
Aun así, mientras quedan dudas sobre "cuán malo" es fumar pipa de agua, Aveyard señaló que tampoco puede ser bueno. "Si se quieren evitar riesgos como los de las adicciones y daño a la salud, no hay que probarlo", finalizó.
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